En lo alto la montaña, el castillo temblaba por la terrible tormenta eléctrica, que anidaba justo en el viejo tejado.
Los aldeanos miraban indiferentes acostumbrados a los experimentos del Barón, y como mucho hacian breves comentarios con aburrimiento, "ya está ese científico loco otra vez"
El Barón Finichesku sudaba por el esfuerzo, pero sonreía feliz.
- Lo conseguí Igor. Jaja y decían que estaba loco, ya lo tengo, lo hice.
- Enhorabuena, amo. Y exactamente ¿qué ha conseguido?
- Un generador de cuadruple efecto, CUATRO. Te explicaré.
- No mi señor, Igor tiene que quitar las telarañas, y hacer el cocido.
- Ni se te ocurra irte ahora, escucha mi gran obra. He inventado un generador de DINERO, yo solito. Solo hay un pequeño detalle, sin importancia, hay que trabajar por cuenta ajena, pero eso tu no lo entenderías.
- Bueno un poco si, jefe. Eso de trabajar para poder cobrar un sueldo me suena.
- Escucha, por cada día que trabajas aunque no te den el dinero en el momento GENERAS, un salario que recibirás a final de mes. También generas cada día una parte de las futuras pagas extras que cobrarás en verano y navidad, tercer punto, se genera antigüedad y en caso de tener que indemnizar al trabajador, ese tiempo se contará a efectos del cómputo y cuarto en el caso de no poder disfrutarlas generas una compensación económica por las vacaciones. Cuatro en uno...
- Que maravilla amo. Hablando de nóminas, yo he generado...
- Calle, calle, usted que va a generar, esto es demasiado para mentes simples. Me voy a comentarlo con mis colegas, voy a ser la comidilla del mundo científico, y hablando de comida no se te olvide hacerme ese cocido. Volveré a las 3.