[Continuación de la parte III y última]
Se fue corriendo Don Justino a retocar su báscula y a beber algo porque estaba al borde del desmayo, e introdujo dos variables más a parte del salario.
Primero, preparó un pago especial, por si el trabajador necesitaba dinero para gastos de transporte, distancia, ropa de trabajo, herramientas y quebranto de moneda pero aprovechó y le dijo a la báscula, que cuando se paga esto: Hacienda retiene sobre todo el importe, mientras que Seguridad Social solo lo considera cotizable a partir de 105,45 euros*
Y preparó otro pago, para aquellos trabajadores que se desplazaban a otro lugar y hacian allí su trabajo. Los llamados gastos de manutención y gastos de locomoción. (Estos le gustaron mas porque hasta unas cantidades no estaban sujetas a retención de IRPF ni a Seguridad Social y solo estaba sujeto lo que se pasará)
Ahora, todo estaba perfecto, volvería a ser "Don Justino el Justo" y todo el mundo le admiraría.
Se fue al bar, todo feliz a contarlo a quien le quisiera oir. No dejó de repetir que su báscula iba a sustituir al mejor programa de nóminas. Incluso estaba pensando despedir a la chica que las estaba llevando.
Además, ahora ya no subiría el sueldo porque entrase alguien a pedirlo, solo pagaría lo que la máquina dijese, solo según valía. Podría incluso venderlas. Esa noche, Don Justino durmio el sueño de los justos, pero a la mañana siguiente le dieron una terrible noticia, el nuevo prototipo, todas sus notas, gráficos y apuntes habían desaparecido...
*20% del IPREM
[Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Por ahora dejaré a Don Justino en paz pero, quién sabe, lo mismo me sirve para contaros otra historieta]
2 comentarios:
Como mola!! Un consejo, deja lo del derecho y dedicate a escribir cuentos. ¿Para cuando ese cuento infantil que yo voy a ilustrar?
Ve currandote los textos que a mi no se me olvida la idea.
TIENE RAZON EL HERMANO, AUNQUE CONTROLES TANTISSSSIMO DE NOMINAS Y LABORAL, TÚ IMAGINACION DA PARA MUCHISSSSIMO MÁS.
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