Roky Shou era un hombre malo, lo supe en cuanto puso un pie en mi despacho, las sombras nunca mienten, los rostros si.
Soy un experto leyendo sombras . Me llamo Amory Blaine y soy el mejor en lo mio, detective privado.
No debí coger el caso y lo sabía, pero no estaba en mi mejor momento, mi novia me había dejado y tenía deudas pendientes.
Todo parecía sencillo, dinero fácil, Roky Shou quería una respuesta y la quería en 7 días , si no se anularía el trato y me quedaría sin cobrar. Tiempo más que de sobra para darle las respuestas que me pedía.
Rocky me contó que era el dueño de un oscuro garito en una escondida calle de Madrid, "No me gusta que me lleven la contraria" me dijo con desdén. Después se marchó.
Cada noche fui de incógnito a su bar, me hice amigo de los camareros, en especial de Linda, pero esa es otra historia. Las condiciones de trabajo no eran las mejores, todos tenían jornadas interminables, incluso el joven Rafael. Las nóminas apestaban como todo en este trabajo.
El séptimo día como pactamos apareció por la puerta, de nuevo su sombra llenó mi pequeño despacho.
La respuesta a tu pregunta está en el informe, pero no se para qué me contrataste le dije, podías haber encontrado la respuesta en internet.
- Yo no uso de eso.
- Mejor para mi, pensé.
- Cuando terminó de leer se echo a reír. Yo tenía razón, dijo. No hay que pagar a los trabajadores los 3 días de reposo sin baja médica.
-No se pagan, contesté. son días no retribuidos, solo le sirve al trabajador como justificante para que no le despidas alegando falta de asistencia injustificada.
Me dejó el dinero en la mesa. Se marchó.
Cayó la noche, me gusta ver las luces de neon en una habitación a oscuras, observo su lucha con las sombras, no siempre ganan.
Pensé en Rocky Shou, continuaría incumpliendo la mitad de las normas laborales, pero no se privaría en contar a quien fuese que la Ley no le obliga a pagar los días de reposo.
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